El Omega-3 y su Impacto en la Protección Celular y el Envejecimiento
Una investigación realizada en la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos) revela que una dosis elevada de un suplemento de omega-3 puede aumentar la protección a nivel celular durante y después de situaciones estresantes. Además, se ha encontrado que este suplemento ayuda a frenar los efectos del envejecimiento al suprimir los daños.
El estrés tiene un impacto significativo en el hipocampo, una estructura cerebral clave en la memoria y el aprendizaje. Algunos estudios sugieren que el cortisol, una hormona liberada en respuesta al estrés, es responsable de los efectos negativos en esta estructura cerebral.
La suplementación diaria con ácidos grasos omega-3 puede reducir hasta un 20% los síntomas de la ansiedad. La dosis más alta de omega-3 ayudó a suprimir el daño celular, reduciendo los niveles de cortisol en el cuerpo.
Los ácidos grasos omega-3 se encuentran en alimentos como el salmón, las aceitunas y las nueces, entre otros. Estos ácidos grasos son esenciales para el mantenimiento y la función del cerebro, así como para la cognición.
Es importante destacar que el cuerpo humano no produce eficientemente omega-3, por lo que deben obtenerse directamente de la dieta, principalmente a través del consumo de pescado. La American Heart Association recomienda comer al menos dos raciones semanales de pescado rico en omega-3, como el salmón, la caballa, el atún blanco, la trucha y las sardinas.
Además de los pescados, existen fuentes vegetales de omega-3, como las semillas de linaza, las nueces, las semillas de chía, el aceite de canola y el aceite de soja. Estos alimentos son importantes para fortalecer las neuronas y otras funciones esenciales del cuerpo.
Algunos estudios han demostrado que las personas con altos niveles de omega-3 en la sangre tienen menos encogimiento cerebral y mejores capacidades mentales. Por lo tanto, la ingesta adecuada de este nutriente se asocia con una mayor protección de las funciones cerebrales.